Es dificil ligar sobre todo cuando siempre he sido ligada, y claro; reengancharse en el arte de las miradas evidentes y los roces sutiles es una tarea que, sinceramente a estas alturas me resulta costosa y penosa...aunque bien pensado creo que la pereza y la costumbre o falta de la misma tiene mucho que ver. Al margen de esta apreciación , cuando las copas me las pago yo y en casa no estoy sóla, ligar sólo por el hecho de ligar me parece una estupidez, a pesar de que pueda tener su puntito divertido pero como no sé, pues no me puede divertir y si además de ser sujeto pasivo, llevo un anillo de casada pues...se complica, más si cabe, la entrada al divertimento.
Breve introducción para continuar con el alegato de la cabecera , si antes era fácil entablar una conversación con la excusa de "tomamos un trago", ( fácil de un modo relativo ,que cada uno se divierte como quiere y desde el momento que quiere), ahora me apeteceria y captaria toda mi atención si alguien me invitara a una clase de tango ( no necesariamente de hecho,también de pensamiento y por supuesto de omisión ,que las frustraciones enriquecen al espiritu que no veas;Las palabras, en este caso; como que no). Pero...siempre he llevado a gala, ser una persona leal y creo sinceramente que sería una terrible falta de lealtad omitir una clase de tango, terrible.
En cambio bailarlo no me parece tan desleal es como menos, mmmmmm, pernicioso para una unidad de dos, digamos que la fidelidad a mi modo de ver está supravalorada y la lealtad no está tasada de un modo real.
A título personal y como receptora,prefiero un complemento leal que no uno fiel a pesar de que las definiciones para ambos conceptos rocen la sinonímia , quizá sea mi forma de ser lo que me hace buscar matices que diferencien ambas palabras,quizá.
Quizá lo que quiera es aprender a bailar el tango y pretendiendo no pisar a mi compañero de baile deba dar unas clases antes...quizá.
