Cualquier tiempo pasado no fué mejor cualquier tiempo pasado; pasado está, y no hay hijo de madre que sea capaz de contextualizar lo felices que éramos cuando éramos niños.Ahora recordamos con nostalgia (llamando nostalgia a la impotencia que nos da cumplir años: hacernos viejos) y ayudados por esa serie de “mails” que rulan por la red bajo el título “ los niños de los 70” lo felices que éramos porque no teníamos todo lo que tiene los niños de ahora, por cierto que; maldita manía la de etiquetar ; los niños de la guerra, los niños de chernobyl, los niños de papá ,( y que pasa con mamá?) los niños del baby boom, los niños de la hucha del domund, los niños de san Idelfonso, los niños de ahora…
Que no hubiese sido yo una niña súper feliz con la nintendo ds, en vez de intentar hacer palabras con los números de una calculadora ó que no me hubiera ahorrado broncas por la factura del teléfono si hubiese tenido un ordenador con conexión a Internet y así un largo etcétera,
Decir que antes éramos felices y dudar si los niños de ahora lo son es disfrazar la envidia que tenemos por lo que los niños de ahora tienen y los niños de los 70 no tuvimos, (ni jamás tendremos, que es lo que jode), y si además extrapolamos esa situación a nuestras madres resulta que ellas eran las mamás mas felices del mundo porque no existía el lavaplatos y la gozaban fregando a mano.
Vamos hombre…que recordar está muy bien pero la nostalgia con lo que se hace, pone en evidencia que los niños de los 70 no aprendimos bien la lección, y cuando se han pasado los 30 hay que empezar a resignarse con lo que hay y no perder el tiempo con lo que no hubo porque nos perderemos lo que habrá.
En cualquier caso que no pagaría yo una pasta por ver lo felices que son los hijos de mis hijos
Que no hubiese sido yo una niña súper feliz con la nintendo ds, en vez de intentar hacer palabras con los números de una calculadora ó que no me hubiera ahorrado broncas por la factura del teléfono si hubiese tenido un ordenador con conexión a Internet y así un largo etcétera,
Decir que antes éramos felices y dudar si los niños de ahora lo son es disfrazar la envidia que tenemos por lo que los niños de ahora tienen y los niños de los 70 no tuvimos, (ni jamás tendremos, que es lo que jode), y si además extrapolamos esa situación a nuestras madres resulta que ellas eran las mamás mas felices del mundo porque no existía el lavaplatos y la gozaban fregando a mano.
Vamos hombre…que recordar está muy bien pero la nostalgia con lo que se hace, pone en evidencia que los niños de los 70 no aprendimos bien la lección, y cuando se han pasado los 30 hay que empezar a resignarse con lo que hay y no perder el tiempo con lo que no hubo porque nos perderemos lo que habrá.
En cualquier caso que no pagaría yo una pasta por ver lo felices que son los hijos de mis hijos