9/12/07

Las matemáticas y sus aplicaciones sociales

Mientras unos se integran o los integran otros nos desintegramos o siguiendo con las matemáticas nos derivamos y dicho esto hablaré en singular por aquello del pensamiento único aunque dudo que sea sólo de una persona.
No es posible que demos por buena la integración en nuestro paisaje urbanístico a unos sujetos con pinchos metálicos, que lo mismo sirven para rebuscar en contenedores de basura que para empujarte con ellos. Consecuencia cuando intuyo un cruce inmediato con ellos derivo hacia otro lado.
No es posible que demos por buena la integración junto con la baldosa de Bilbao de nuestras aceras el tapiz de collares cinturones bolsos y deuvedés que inundan nuestra calle y que impiden caminar sino es en fila de a uno. Consecuencia cuando veo el embotellamiento, derivo hacia otro lado.

No es posible que demos por bueno el ruido molesto de un saxofón pegado al oído cuando estamos tranquilamente sentados en una terraza tomándonos un café.
Consecuencia cuando alteran mi bienestar auditivo derivo hacia otro lado.

No es posible que demos por bueno los domingos por la mañana cuando salimos a comprar el periódico, encontrarnos grupos bailando salsa mientras apestan a alcohol.
Consecuencia cuando los borrachos bailan a la luz del sol yo derivo hacia otro lado.
No es posible que demos por bueno a la hora de la siesta alguien de origen sudamericano me llame día tras día ofreciendo un servicio de telefonía explicándose en un idioma que no es el mío.
Consecuencia cuando intuyo que alguien me va a desvelar, derivo el teléfono al contestador.

Otro día menciono a aquellos que escupen en la calle, que colapsan el servicio público de salud, que retrasan el avance académico de nuestros hijos, en fin a todos aquellos que gracias a la integración nos están derivando hacía otros lares…qué pasará el día que las matemáticas fallen.

4 comentarios:

Lulita dijo...

Te mande la respuesta a esto en su momento, ya sabes lo que pienso, nunca recibi respuesta...

Me imagino que escribiste esto en un momento de calenton, porque suena a pataleta. Habra pronto una segunda parte?

txingudi dijo...

Si claro que habra una segunda parte, pero no sée si será de tu agrado, en cualquier caso no te respondí entonces porque no quería empezar una discusión a puerta cerrada que pudiese traer malos rollos, y además, tu eres distinta.Tocas fatal el saxofon.

Anónimo dijo...

No creo que se trate de una pataleta, es que en realidad, en tu interior, se mezcla una especie de desatada confusión provocada por la llegada de la madurez, que te lleva sin duda, al desvarío.

Cómo si no, podrías hablar de cruzar la calle cuando ves a jóvenes marchosillos bailando salsita. Lo tuyo, ¿no hubiese sido hace no tanto, el utilizar el jolgorio de la noche para provocarte envidias insanas y un leve movimiento caderil llevada por las maracas y el sonido bananero?.

La respuesta a todas esas preguntas sobre si es posible dar por buenas todas esas cosas es clara . Si, si no te has vuelto un poco rarita y tikismikis.

txingudi dijo...

Será eso que la llegada de la madurez me pilla un poco verde todavia.