4/2/08

El cupo l

Hace un tiempo, largo, dije que ya no quería concocer a nadie más que ya conocia a bastante, demasiada, gente y que no tenia ni las ganas ni el ánimo de ampliar mi circulo de conocidos, tomé esa decisión por varias razones.
Si acaso algunas de las nuevas personas resultaban ser un encanto y merecedoras de mi atención confianza y aprecio debería incluirla en mi grupo de amigos ( grupo pequeño y reducido pero de una esencia exquisita, siempre a mi juicio claro, pero que es el que me vale) y ya no tengo ni las ganas, ni la capacidad de cuidar ni mimar a mas personas, en cuyo caso y dados los tiempos de mediocridad que corren dejar pasar un valor añadido seria una torpeza por mi parte que no podia permitir.
La siguiente es meramente egoista, al final la gente que quiero, que me importa por un motivo u otro acaba lejos de mi, estoy hasta las narices de las despedidas ( será que estoy echando raices...por fin!)asi que para evitar el adios evito decir hola
Otra se basa en la ley de probabilidades, con la estupidez envolvente que nos rodea era estadisticamente improbable que topase con alguien merecedor de mi atención, con lo cual; para qué esforzarme en ampliar mi agenda de conocidos ?molestarme en ser a priori amable con alguien que tambien a priori tiene el 90 % de probabilidades de ser un cretino?.
Y la última razón es pura comodidad, rechazaba el 10 % que queda excluido de la masa de necios, aun a riesgo de perderme alguien realmente interesante, era un riesgo que estaba dispuesta a correr.
Bueno pues aunque esa fue mi idea , insisto hace unos años hoy mando ese principio al carajo, al cabo de este tiempo y de un modo involutario; ha sido tal la cantidad de gilipollas que he conocido que es improbable que me quede por conocer a un sólo imbécil más, resumiendo que he tenido que agotar el cupo de fronterizos que me corresponde.

4 comentarios:

Pablo Javier dijo...

Un gusto toparme con vuestro espacio..

Mis saludos Joven Ideologa

txingudi dijo...

Un gusto también saludarte. Grandes viajeros...mmmmmmmm qué atractivo.
Espero coincidir en alguno de tus viajes.

Anónimo dijo...

He estado pensando mucho en relación a esto que has escrito.

Pensé en ello porque el tema, era en si mismo un momento repetido, uno de esos que crees estar viviendo por segunda vez. Me suena tanto lo que leo que pienso si lo escribí ya antes, si es una parte de un libro famoso que me caló y decidió posarse en un lugar aparcado de mi memoria.

No encontrar a nadie interesante durante años es una frase borde como ninguna. Si es cierta, además, es contradictoria, puesto que si cada persona con la que has tenido contacto es un jilipollas en potencia, eso tendría que haberte dado alas para buscar en lugar de hacerte calar en el desánimo.

¿Desde cuando un jilipollas sirve para el abatimiento?¿Se les presupone esa condición, es inherente al desprecio que nos causan?.

La madurez es lo que nos hace dejar de buscar, porque nos asentamos en esas partes de la felicidad que hemos encontrado.

En todo caso, el cupo de jilipollas percápita es elevado y no te pienses que han concluido tus encuentros.

En cuanto a esa frase en la que explicas que dejas de decir hola por estar hasta el gorro de decir adios, me parece fantástica, la compro.

Atte.Jones

txingudi dijo...

Empiezo por casi el final, soy borde como casi ninguna con lo cual mis frases y acciones , incluso las omisiones son bordes, a mi megusta decir laterales. No me abate el haberme topado con imbéciles me aburre y el aburrimiento en mi escala de sensaciones es el estadio anterior a la frustracion ( tema que da para otro post) y ni de coña me frustra a mi la mediocridad exógena.
Sobre la edad tardía...lo llevo mal por eso vivo en la mentira cada vez mas,me empiezo a creer que pasa el tiempo pero no los años. ja ja ja.
Oye que me alegra saber que pasas de vez en cuando por aqui,
Aentamente.
Txingudi